O MAIS GRANDE DO MUNDO
Los brasileros no inventaron el carnaval,
tampoco son los únicos en venerarlo,
pero toman tan en serio esta fiesta
que logran sobresalir en la agenda internacional
por su espectacularidad, multitud y buen gusto.
Ya largaron el pre,
en una edición dedicada especialmente a la historia,
los próximos Juegos Panamericanos
que los tendrán como anfitriones,
y el petróleo recién descubierto en su tierra.
(Embajada de Brasil y Brasil Escola) El carnaval es tan importante en el contexto de la cultura popular brasileña que, inclusive, muchos piensan que se trata de una fiesta originaria de Brasil. Sin embargo, este festejo viene siendo celebrado desde la antigüedad en muchos lugares del planeta.
En realidad, comenzó en Grecia entre los años 600 y 520 a.C., cuando los griegos rendían culto a sus dioses en agradecimiento por la fertilidad y la producción. En el 590 a.C. pasó a tratarse de una conmemoración adoptada por la iglesia católica, después de que la misma institución lo condenase, considerándolo escenario de prácticas pecaminosas expresadas en la danza, el canto, las bebidas alcohólicas y la efervescencia sexual. Claro que la iglesia lo adaptó a su modo, "sin actos pecaminosos", modificado, es decir, despojado de su alegría. Pero durante el Concilio de Trento, en 1545, el carnaval volvió a ser la fiesta popular por excelencia.
Esta influencia europea llegó a Brasil alrededor de 1723, con sus desfiles, máscaras, disfraces, y mantiene aun hoy alegoría a personajes como el Rey Momo, Pierrot, Colombina, nacidos en Francia. Por entonces, emperadores y ministros tiraban huevos podridos y tallos de hortalizas. El serio Don Pedro II acabó dentro de un tanque. Ninguna crónica griega superaba esa explosión de vida dionisiaca, arrebatada, furiosa y brutal en su espontaneidad.
El carnaval fue hasta mediados del siglo XIX un "entrudo" (como lo llamaban antiguamente) brutal y alegre que Debret pintó y del que todos los viejos se acuerdan. Por el Norte, Centro y Sur de Brasil el movimiento era igual. Agua, harina, ceniza para los transeúntes cargados por criados, antes esclavos, en jarras, latas, cántaros. Henri Koster demostró que el entusiasmo era el mismo en el interior de Pernambuco, en las senzalas (casas de esclavos) y casas-grandes, nivelando "amos" y "siervos" en la alegría igualitaria. Después el entrudo adquirió formas más dulces, las señoras empezaron tímidamente tirando desde sus ventanas y balcones los famosos “limones de olor”, bolitas de cera llenas de agua con algunas gotas de perfume. En 1886, en la ciudad de San José de Mipibu, en Rio Grande do Norte, durante el último día del entretudo , toda la gente se mojó, inclusive el párroco y el juez. Nadie, excepto enfermos y niños de pecho, escapó seco. Era la herencia fiel y completa del entrudo portugués.
Según la antropóloga, escritora y crítica de arte Lélia Coelho Frota, “las costumbres virulentas y musicalmente más sencillas, como los grupos llamados de zé-pereiras , que ensordecían por el retumbar de los tambores con baquetas enormes, compuestos por picapedreros, herreros, fueron desapareciendo para dar paso a otras formas más armoniosas de disfrutar del carnaval. Los grupos de cordões, que ocupaban un espacio delimitado por sogas, estuvieron en boga desde principios del siglo XIX.
El cronista Joao Rio escribió que éstos provenían de la “fiesta de Nuestra Señora del Rosario, en la época colonial (...) salían a la calle vestidos de reyes, animales, pajes y guardias cantando y tocando instrumentos africanos y paraban con sus enormes cordões frente a la casa del virrey cantando y bailando”. Más tarde estos cordões asumieron un carácter profano y llegaron a ser conocidos como briguentos (camorristas), en parte porque incorporaban al grupo los capoeristas y también por prejuicios de la clase media.
Participaban además los cucumbis, cantos-danzas afro, y los afoxés que en Rio de Janeiro se actualizaron dejando más atrás las culturas africanas donde nacieron, aproximándose a las creaciones de letra y música ya existentes en el medio urbano carioca, procurando un lenguaje y una presentación más cercana a la realidad que vivían.
El primer baile de carnaval se organizó en 1835. Los participantes llevaban máscaras y disfraces, algunos muy elegantes, importados de París. La música que animó aquel baile era la de la época: valses, schotis , habaneras, cuadrillas. Todo muy solemne. Hasta hubo un baile que se inició con la orquesta tocando una obertura de ópera. Solamente años más tarde, de la mezcla de la polca, baile que hacía sensación surgió el maxixe, primera danza nacional. Al principio, este baile fue mal visto por la sociedad, acabó por dominar las fiestas y es el antecedente directo del samba actual.
Mucho más tarde, de la mezcla de la polca con el rag-time estadounidense surgió la marchinha, ritmo exclusivamente carnavalesco, música compuesta para la gran fiesta. En 1899 apareció la famosa "Oh, abre alas", canción de Chiquinha Gonzaga, por encargo de la comparsa Rosa de Ouro, extraordinario acierto musical que hasta hoy es cantado con entusiasmo por todo el país. Las primeras comparsas Blocos de Sujos eran grupos desorganizados, que recorrían las calles de la ciudad cantando a veces versos críticos alusivos a los políticos del momento.
En 1855 se organizó el primer desfile de carros alegóricos, de una sociedad de escritores y periodistas, llamado el “Congreso de Personalidades Carnavalescas”. Luego aparecen las grandes sociedades “Los Fenianos” y “Los Tenientes del Diablo”, que por muchos años fueron la principal atracción del carnaval de calle. Ahora se acabaron aquellas sociedades, para dar paso a las Escuelas de Samba en Rio de Janeiro y de Sao Paulo y en otros Estados los desfiles de frevo como en Pernambuco y con sus Trios Elétricos como en Bahia.
En aquella época también surge la Samba batucada, con preponderancia de la percusión; la letra es integrada al ritmo como si fuera otro instrumento. Reina el absurdo, porque las palabras son escogidas más por el sonido que por el sentido. Entre ellas se encuentran tal vez algunas de las más expresivas y bellas canciones de carnaval, el samba, que al comienzo fuera repiqueteado y ante el auge de las marchinhas adquiere características más acompasadas, de mejor ritmo. La primera samba de carnaval grabada en Brasil se llamó Pelo Telefone, que se hizo famosa en 1920. Por lo general, después del carnaval, las marchinhas también pasan y son olvidadas.
De batucada se comenzó a hablar tan sólo en la década de los 30. Esta palabra, además de designar ruido, fiesta, pasó a referirse principalmente al conjunto de instrumentos de percusión, que es uno de los puntos más altos del carnaval.
Con el surgimiento y creciente importancia de las Escuelas de Samba apareció también otro género, la samba enredo, que designa al tema musical de cada grupo, alusivo al motivo de los disfraces y evoluciones coreográficas. De temas históricos y sobre alguna leyenda o figura del folclor, no hay certeza sobre la fecha de la primera.
Lélia Coelho Frota anota que el primer desfile de las escuelas de samba se produjo en el Carnaval de 1932, en la Praça Onze, ciudad de Rio de Janeiro, promovido por el periódico Mundo Sportivo . Al año siguiente, el Ayuntamiento del entonces Distrito Federal y el Touring Club incorporaron el desfile al programa oficial del Carnaval y, en 1939, asumieron la responsabilidad de su organización y financiación. Casi tres décadas después, las escuelas de samba se transformaron en la principal atracción del Carnaval de Rio de Janeiro y de otras ciudades brasileñas, y son raros, actualmente, los municipios con más de 100.00 habitantes que no tienen al menos una escuela de samba.
La transmisión por televisión a escala nacional del desfile de las escuelas fue el factor principal para que la forma carioca de bailar en carnavales se convirtiera en una especie de modelo para todo el país, disfrazado de norte a sur, de este a oeste. Los festejos oficiales se extienden por más de una semana, sin contar las llamadas “previas”, a lo largo de prácticamente todo el verano.
Ante tamaña aceptación, ganó su lugar propio, el Sambódromo, al cual podría considerarse un teatro para la presentación del espectáculo ante la platea. Pero un teatro de formato bien peculiar, de 800 metros de extensión.
El desfile de las escuelas de samba de Rio involucra un batallón de personas durante todo el año. En el top de línea están los “carnavalescos”, una categoría de profesionales, extremamente creativos y bien remunerados, creada en función de la fiesta carioca. Ellos se dedican a imaginar, a concebir el desfile, asesorados por un staff de músicos, letristas, investigadores, coreógrafos y dibujantes, más un puñado de profesionales de creación, técnicos y ejecutores.
Pero quienes hacen realmente la fiesta son los millares de integrantes de las escuelas, sus pasistas, hombres y mujeres cuyos cuerpos parecen movidos por perfectos engranajes accionados por el toque del pandero, del atabaque, de la cuíca, por cada instrumento o por el unísono balanceado de los más de 100 percusionistas. Son las viejas baianas, presencia obligatoria de homenaje y reverencia a las sabias matriarcas. Es cada uno que quiera estar en la pasarela del samba. Eso mismo: la participación es abierta a quien quiera comprar una fantasía (disfraz) y estar en el centro de las atenciones de la fiesta.
Las graderías y camarotes del Sambódromo también constituyen total y pleno carnaval de animación y belleza. Afuera, bandas y blocos o grupos desfilan especialmente por las calles de la zona sur de la ciudad, como la Banda de Ipanema, Simpatia es casi Amor y el Suvaco de Cristo, donde el carioca tiene la oportunidad de externar toda su alegría e irreverencia.
En 2006 fue inaugurada la Ciudad del Samba, donde todas las escuelas del grupo especial tienen su gran espacio para las confecciones los disfraces de sus integrantes (hasta 4.500) y de las carrozas y otros elementos necesarios para los desfiles.
Ahora conozcamos algunos apartes del Reglamento del concurso de las Escuelas de Samba:
Organización: Regida por Liga Independiente de las Escuelas de Samba de Rio de Janeiro (LIESA) y por la RIOTUR; la primera responsable de la dirección artística y la segunda, del funcionamiento de la Marqués de Sapucaí. La dirección artística está compuesta por el presidente, vicepresidente y el director de carnaval, quienes dirigen la fiscalización de los desfiles a través de comisiones de concentración, cronometraje, dispersión y la de verificación de las obligatoriedades reglamentarias, cada una con tres personas indicadas por ellos.
Las catorce escuelas desfilan en la avenida con un tiempo mínimo de 65 minutos y un máximo de 80 minutos; si no lo respetan, pierden 0,2 (dos décimas) para cada minuto no utilizado o excedente. Cada una inicia su desfile al toque de una sirena en la concentración, que alerta sobre los 15 minutos que faltan para el comienzo del mismo. Un segundo toque, alerta que faltan 5 minutos y un tercero avisa que el inicio del desfile es inmediato.
Las escuelas son numeradas, siendo que las impares se concentran a partir del edificio del Juzgado de Menores y las pares al lado del edificio Balança Mas Não Cai. Cada escuela tiene el tiempo máximo de 2 horas y media (contadas a partir del inicio efectivo del desfile) para retirar sus carros alegóricos de la dispersión, en caso contrario sufren una multa monetaria.
Composición de cada agremiación: Las escuelas tienen obligación de desfilar con un mínimo de 200 ritmistas en la batería y 100 mujeres en el Ala de las Baianas. En esta última está prohibida la permanencia de cualquier hombre, con excepción de directores que no tengan el mismo disfraz del Ala. La comisión de frente debe tener un mínimo de diez y un máximo de quince componentes. En total, cada escuela incluye entre 2.500 y 4.500 personas. Los desfiles, de un mínimo de cinco y un máximo de ocho carros alegóricos, no están autorizados a merchandising implícito o explícito, así como en los disfraces, alas, aderezos y sambas-enredo de las escuelas de samba. Los instrumentos musicales de viento son prohibidos, con excepción de los silbatos de los directores. Otra regla importante es que ninguna escuela puede tratar con desprecio un acto u objeto de culto religioso, de acuerdo con el artículo 208 del Código Penal Brasileño.
Juzgamiento de los desfiles: El cuerpo de juzgadores se compone de 40 personas, siendo cuatro para cada ítem relacionado:
- Batería: evalúa creatividad y versatilidad, combinación de sonidos emitidos por los varios instrumentos, la cadencia en concordancia con el samba-enredo y la eventual falla en el carro de sonido. No es obligatoria la parada frente a la cabina de juzgadores.
- Samba-enredo: compuesta por melodía y letra, se considera la adecuación de la letra al enredo, la riqueza poética y buen gusto, la objetividad, claridad y precisión, la adecuación a la melodía. No hay una preocupación en cuanto a la rigidez de la gramática normativa.
- Armonía: se evalúa coordinación entre ritmo y canto: la perfecta igualdad del canto del samba-enredo por los componentes de la escuela, de acuerdo con el “puxador” (persona que inicia el canto, manteniendo la cohesión del grupo); la ocurrencia del llamado "atravessamento do samba" (alteración de la sincronía del ritmo y/o de la melodía), que sucede cuando un grupo de los componentes canta una parte de la letra, mientras otro grupo, simultáneamente, canta otra parte de la misma; el canto del samba-enredo y la armonía de la samba, con penalización cuando haya divergencia entre el ritmo de la batería y el canto de la melodía.
- Evolución: la progresión de la danza de acuerdo con el ritmo de la samba que se está ejecutando y con la cadencia de la batería. Se evalúa la fluencia de la presentación, penalizando la ocurrencia de correrías y de retroceso y/o retorno de alas, destaques y/o alegorías; espontaneidad, creatividad, entusiasmo, vibración, agilidad y vigor de los integrantes de la escuela; cohesión del desfile, o sea, el mantenimiento más uniforme posible de los espacios entre alas y alegorías, penalizando la apertura de vacíos y la confusión de alas y/o grupos.
- Enredo: o trama, es la creación artística de un tema o concepto. Se evalúa el argumento (idea básica presentada por la escuela), el derrotero (desarrollo secuencial de las alas, alegorías, disfraces, etc.), la capacidad de comprensión del derrotero a partir de la creatividad.
- Conjunto: es el todo del desfile, la forma general e integrada como se presenta la escuela. Se evalúa uniformidad en todas sus formas de expresión (musical, dramática, visual, etcétera) y el equilibrio artístico del conjunto.
- Alegorías y aderezos: cualquier elemento escenográfico que no esté sobre ruedas presentado en el desfile. Los jurados consideran concepción y adecuación de las alegorías y los aderezos al enredo; capacidad de ser creativas, debiendo necesariamente poseer un significado dentro del enredo; impresión causada por las formas y por la armonía, utilización, exploración y distribución de materiales y colores; terminados y cuidados en la confección y la decoración, en lo que se refiere al resultado visual, inclusive de las partes que desfilan por último y de los generadores.
- Fantasías o disfraces: se juzgan los disfraces presentados por la escuela, con excepción de aquellos que estén sobre las alegorías, los disfraces de la pareja de mestre-sala y porta-bandeira y el disfraz de la comisión de frente. Se tiene en cuenta la concepción y la adecuación de los disfraces a la trama de la historia. En otras palabras: cómo sus formas cumplen la función de transmitir las distintas partes del contenido de esa trama; la capacidad de ser creativas, dentro de un significado de la trama; la impresión causada por las formas y por la armonía, utilización, exploración y distribución de materiales y colores; los terminados y los cuidados en la confección; uniformidad de detalles dentro de las mismas alas, grupos y/o conjuntos (calzados, medias, shorts, biquinis, sombreros y otros complementos, cuando la propuesta de la trama quede clara).
- Comisión de frente: es el primer grupo humano, a pie o sobre ruedas, que podrá presentarse disfrazado dentro de la propuesta de la trama o tradicionalmente. Se evalúa el cumplimiento de la función de saludar al público y presentar la escuela (es obligatoria la exhibición frente a las cabinas de juzgamiento) y la coordinación, la armonía y la creatividad de su exhibición.
- Mestre-sala y porta-bandeira: la exhibición de la danza de la pareja, considerándose que no samban sino que ejecutan un bailado en el ritmo de la samba, con pasos y características propias, con giros, medias-vueltas y movimientos. Es obligatoria la exhibición ante las cabinas de jurados. Se evalúa la armonía de la pareja que, durante su exhibición, con gracia, agilidad y majestad debe presentar una secuencia de movimientos coordinados, dejando evidenciada la integración de la pareja; el cumplimiento de la función del mestre-sala de cortejar la porta-bandeira, así como proteger y presentar el Pabellón de la Escuela, debiendo desarrollar gestos y posturas elegantes y corteses, que demuestren reverencia a su dama (porta-bandeira); el cumplimiento de la función de la porta-bandeira de conducir y presentar el Pabellón de la Escuela, siempre desplegado y sin enrollarlo en su propio cuerpo o dejarlo bajo la responsabilidad del mestre-sala; la caída y/o pérdida, aunque sea accidental, de una parte de su indumentaria como, por ejemplo, zapatos, brillos, sombrero, etc; la indumentaria de la pareja, verificando su adecuación a la danza y la impresión causada por sus formas y terminados.
Cada juez concederá notas entre 7 y 10 puntos, admitiendo notas fraccionadas. Cada escuela podrá tener como máximo 400 puntos. Sólo hay empates entre dos o más escuelas cuando esto ocurre en la primera colocación, si las escuelas obtienen una sumatoria de puntos iguales en cada una de los diez items. El escrutinio ocurrire en lugar público, el miércoles de ceniza, a las 15 horas, a cargo de una comisión de diez personas, que verifica las cajas y el conteo de los sobres que contienen los Cuadernos de Juzgamiento diligenciados por los 40 jueces de los distintos items. Las escuelas pueden presentar un recurso a las 13 horas del mismo día, antes de la apertura de los sobres. El desfile de las escuelas campeonas, con la participación de las seis escuelas de samba primeras colocadas en los desfiles del Grupo Especial de la LIESA, es realizado el sábado siguiente, "Sábado de las campeonas", a partir de las 20 horas.
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