MUJERES.NET
Saludamos el segundo aniversario,
que viene con novedades y convocatorias,
desde México hacia el ciberespacio.
(Elsa Lever M.) Este mes nuestra publicación electrónica MujeresNet cumple su Segundo Aniversario en la red. Desde marzo de 2006 hasta la fecha, este sitio ha sido un espacio de información con perspectiva de género pensado para hombres y mujeres periodistas, estudiantes, feministas, investigadoras(es), especialistas, organizaciones y activistas de todo el mundo a favor de los derechos de las mujeres y grupos vulnerados, así como para cualquier persona interesada en participar en el intercambio de información al respecto.
MujeresNet está abierta al compromiso por la defensa y reivindicación de los derechos humanos, de mujeres y hombres, para generar una nueva cultura donde no quepan más la subordinación, la opresión, la discriminación, la segregación ni la exclusión, ya sea por sexo, edad, raza, etnia, nacionalidad, religión, posición económica o ideología. Por eso me congratula celebrar un año más de vida en el ciberespacio, porque estar en línea significa la oportunidad de continuar aportando ideas, esfuerzos, debates, reflexiones y esperanzas que nos permitan consolidar una mejor sociedad.
El festejo es extensivo a todas y todos ustedes, mujeres y hombres de diversas edades, nacionalidades, intereses y profesiones, quienes usan, consultan y participan de MujeresNet. Es en respuesta a sus sugerencias y comentarios en la encuesta que les envié, así como a través de sus correos electrónicos, que les tengo varios cambios con motivo del aniversario.
MujeresNet crece y ahora ya tiene dominio propio: www.MujeresNet.Info. La nueva cara de esta publicación estará lista en estos días, aunque la mudanza de las secciones hacia el nuevo dominio se hará paulatinamente, con el fin de no perder ninguna información. También ha cambiado la dirección de correo electrónico. Olviden la anterior, pues ahora son dos: Para remitir textos para su publicación: redacción@mujeresnet.info y para consultas, intercambios, quejas y sugerencias: contacto@mujeresnet.info. Por supuesto, los saludos, comentarios y opiniones sobre textos publicados los puedes seguir dejando aquí, debajo de cada editorial.
Otra de las sorpresas es la ciberinauguración de mi columna Ovario Fuerte, que podrás leer en mi página personal. Pero la parte más importante de este festejo son ustedes, así que quiero invitarles a participar en las siguientes actividades:
1)¡Únete al festejo! Si tienes un sitio web o blog, dedícale un post al aniversario de MujeresNet y/o coloca el banner del aniversario en tu ciberpágina para que todas tus visitas celebren también. (Copia el código que está debajo del banner, en la barra lateral derecha). Si tenías puesto el del primer aniversario, ¡sustitúyelo!
2) ¡Gánate un paquete de libros que incluyen temáticas de feminismo, género y literatura! Escribe un texto sobre las experiencias que te han hecho la mujer/el hombre que eres, y envíalo a más tardar el último día de abril. La extensión y forma son libres. Lee las bases y premios en "Abrazando nuestras Experiencias" [da click aquí]. Los textos seleccionados también serán publicados en MujeresNet.
3) ¡Parte el pastel! MujeresNet está organizando un desayuno informal para la segunda quincena de este mes para partir el pastel de cumpleaños. Si tienes oportunidad de asistir, ponte en contacto para los detalles y costo. Fecha límite para el registro, 24 de marzo. Fecha tentativa para el desayuno: viernes 28 de marzo.
Conforme tome forma MujeresNet.Info habrá más sorpresas. No te las pierdas, pues todo este trabajo es por y para ustedes, y para quien quiere acercarse, de manera constante y profunda, a las perspectivas de género y feminista. Y por supuesto, este mes de marzo es doble el festejo, pues también celebramos el Día Internacional de la Mujer, fecha que aprovechamos cada año para tomar aire e impulso. Participa en las actividades que encontrarás en la barra derecha o entra aquí.¡Sigamos visibilizándonos desde la red!
La columna de Elsa Lever M. en Ovario Fuerte
Larisadelvientre
Desde tiempos inmemoriales, dice la escritora Clarissa Pinkola en "Mujeres que corren con los lobos", existen arquetípicas diosas de la sexualidad sagrada. Una de ellas es Baubo, una divinidad de la antigua Grecia conocida como -entre otros nombres- la diosa de la obscenidad.
Baubo era una bailarina prodigiosa, pues no tenía cabeza; sus pezones eran sus ojos y su vulva era su boca, con la que contaba deliciosas y divertidas historias. En su baile agitaba las caderas como si estuviera en pleno acto sexual, y sus senos brincaban al ritmo de la danza.
Esta diosa del vientre conseguía arrancar risas placenteras a hombres y mujeres, y desde ese gozo les infundía una gran energía vital. Pero se conoce tan poco de ella, que se sospecha que su culto, dice la autora, fue destruido y enterrado.
Nuestra historia terrenal sobre la sexualidad es muy parecida a la de Baubo. O quizás nació al ser destruido su culto, pues le fue negado a la mujer el derecho al placer, a conocer su cuerpo, ese que han dicho que sólo sirve para procrear y como objeto del deseo de otros.
De hecho, parece que aún estamos en esos tiempos de oscuridad, pues aún hay hombres que consideran inexistente el orgasmo femenino anulando con ello toda posibilidad de disfrute en la mujer, y se desentienden de cualquier participación activa para que las mujeres –tú, yo, nosotras- lleguemos al orgasmo.
Sin embargo, lo peor es cuando las mujeres mismas nos cerramos a la oportunidad de gozar; cuando las propias mujeres pensamos que no nacimos para disfrutar, que no es nuestro papel o que es un pecado, y por lo tanto actuamos en consecuencia, fingiendo no sentir, acallando a nuestro cuerpo. No es gratuito tampoco que la mitad de las mujeres finjan tener un orgasmo y se priven de esos segundos (entre 10 y 50) de clímax.
Pero alcanzar el orgasmo tiene su chiste. Después de que por siglos se nos dijo que no estábamos hechas para el placer, o que las mujeres que gozaban sexualmente no podían ser más que prostitutas, ahora se ha reconocido un derecho al orgasmo. También se ha discutido cómo es la estimulación genital para obtenerlo, aunque la balanza hasta el momento se ha inclinado a favor del clítoris, más que la vagina. De hecho, en el proceso de aprender a conocer nuestro cuerpo y sus reacciones, así como el camino de la excitación, la estimulación o autoestimulación del clítoris es fundamental. Incluso se considera que por masturbación clitoridiana existen pocas mujeres anorgásmicas (cerca de 95% de mujeres manifiesta necesitar la estimulación del clítoris).
En lo que sí hay consenso es en que la obtención del orgasmo, la experimentación y la posibilidad de goce de diferentes maneras, se acerca a la idea de una salud no sólo sexual, sino también mental. La risa del vientre, dice nuestra escritora citada, es una de las mejores medicinas para una mujer.
Por eso, si tú eres alguien que se permite disfrutar del sexo; que se permite llegar al orgasmo (sola o acompañada), me alegra mucho. Si no lo eres, te invito a dejar actuar en ti a Baubo. No permitas que siga enterrado su culto, y deja que tu boca cuente ricas y divertidas historias de la obscenidad. Finalmente todas somos diosas del vientre que sonreímos desde la vulva.
Desde tiempos inmemoriales, dice la escritora Clarissa Pinkola en "Mujeres que corren con los lobos", existen arquetípicas diosas de la sexualidad sagrada. Una de ellas es Baubo, una divinidad de la antigua Grecia conocida como -entre otros nombres- la diosa de la obscenidad.
Baubo era una bailarina prodigiosa, pues no tenía cabeza; sus pezones eran sus ojos y su vulva era su boca, con la que contaba deliciosas y divertidas historias. En su baile agitaba las caderas como si estuviera en pleno acto sexual, y sus senos brincaban al ritmo de la danza.
Esta diosa del vientre conseguía arrancar risas placenteras a hombres y mujeres, y desde ese gozo les infundía una gran energía vital. Pero se conoce tan poco de ella, que se sospecha que su culto, dice la autora, fue destruido y enterrado.
Nuestra historia terrenal sobre la sexualidad es muy parecida a la de Baubo. O quizás nació al ser destruido su culto, pues le fue negado a la mujer el derecho al placer, a conocer su cuerpo, ese que han dicho que sólo sirve para procrear y como objeto del deseo de otros.
De hecho, parece que aún estamos en esos tiempos de oscuridad, pues aún hay hombres que consideran inexistente el orgasmo femenino anulando con ello toda posibilidad de disfrute en la mujer, y se desentienden de cualquier participación activa para que las mujeres –tú, yo, nosotras- lleguemos al orgasmo.
Sin embargo, lo peor es cuando las mujeres mismas nos cerramos a la oportunidad de gozar; cuando las propias mujeres pensamos que no nacimos para disfrutar, que no es nuestro papel o que es un pecado, y por lo tanto actuamos en consecuencia, fingiendo no sentir, acallando a nuestro cuerpo. No es gratuito tampoco que la mitad de las mujeres finjan tener un orgasmo y se priven de esos segundos (entre 10 y 50) de clímax.
Pero alcanzar el orgasmo tiene su chiste. Después de que por siglos se nos dijo que no estábamos hechas para el placer, o que las mujeres que gozaban sexualmente no podían ser más que prostitutas, ahora se ha reconocido un derecho al orgasmo. También se ha discutido cómo es la estimulación genital para obtenerlo, aunque la balanza hasta el momento se ha inclinado a favor del clítoris, más que la vagina. De hecho, en el proceso de aprender a conocer nuestro cuerpo y sus reacciones, así como el camino de la excitación, la estimulación o autoestimulación del clítoris es fundamental. Incluso se considera que por masturbación clitoridiana existen pocas mujeres anorgásmicas (cerca de 95% de mujeres manifiesta necesitar la estimulación del clítoris).
En lo que sí hay consenso es en que la obtención del orgasmo, la experimentación y la posibilidad de goce de diferentes maneras, se acerca a la idea de una salud no sólo sexual, sino también mental. La risa del vientre, dice nuestra escritora citada, es una de las mejores medicinas para una mujer.
Por eso, si tú eres alguien que se permite disfrutar del sexo; que se permite llegar al orgasmo (sola o acompañada), me alegra mucho. Si no lo eres, te invito a dejar actuar en ti a Baubo. No permitas que siga enterrado su culto, y deja que tu boca cuente ricas y divertidas historias de la obscenidad. Finalmente todas somos diosas del vientre que sonreímos desde la vulva.
1 comentario:
Gracias mil por el amable gesto de reproducir la invitación y texto del segundo aniversario.
Reciban un fortísimo abrazo.
Elsa
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