"Cuando la España cristiana medieval atravesaba un periodo de oscurantismo en el que ni siquiera se planteaba ningún tipo de higiene y mucho menos personal, la Córdoba musulmana contaba con más de seiscientos baños árabes públicos, herederos de las termas romanas.
Lugar de descanso, de reunión social y política, en ciertas regiones el hammam constituye, especialmente para las mujeres,
una de sus distracciones favoritas y todo un ritual generador de belleza y sensualidad,
al tiempo lugar donde mejor se desvanece cualquier desigualdad de índole social."


21.8.07

Sobre el terremoto en Perú



DESGRACIA SOBRE DESGRACIAS


Desde el 15 de agosto la población
rural, ubicada en el centro sur de Perú,
padece terribles consecuencias a causa de un terremoto y sus réplicas.

Calculan 540 muertos
, millar y medio de heridos, 35 mil afectados directos.
Historias de pobreza extrema, desidia, invierno desolador,
en una región claramente
sísmica,
donde la naturaleza no perdonó los des
cuidos gubernamentales.
Es de esperar que la solidaridad internacional resulte efectiva,
bien encaminada dentro del circuito interno.



EL TERREMOTO Y LOS EXPERTOS
Por Camilo Fernández Cozman, crítico literario y profesor de la Universidad de San Marcos y de la Universidad San Ignacio de Loyola (Lima).

"Anoche vi un programa de televisión donde se informaba que Hernando Tavera, del Instituto Geofísico del Perú, había realizado un análisis que llegaba a la conclusión de que se iba a producir un sismo en la zona de Chilca, Chincha y Pisco. El documento fue publicado con la debida antelación por Defensa Civil, sin embargo, el gobierno central no tomó ninguna medida al respecto. Indudablemente es imposible predecir con exactitud la hora y el día de un terremoto; pero sí es posible tomar algunas precauciones. Esto me lleva a pensar que a los políticos de turno, en el Perú, no le interesa en lo mínimo la investigación científica. En el Perú se invierte muy poco en ciencia y tecnología. Además, se ha producido un divorcio entre la clase política y la comunidad de expertos. Sin duda, en un país donde la educación deja, por lo general, mucho que desear, hay una brecha enorme entre la comunidad científica y el hombre de la calle. No obstante, es la clase política la que debe tratar de estrechar la brecha entre la ciencia y el hombre de la calle a través de la difusión de la cultura y de los aportes científicos en escuelas, universidades y otros espacios que permitan a los expertos opinar y difundir sus puntos de vista con un lenguaje accesible a la mayoría. Si los políticos de turno hubieran tomado en serio los análisis especializados de Hernando Tavera, entonces tal vez se habría podido amenguar los efectos del catástrofe. Si el Presidente de la República hubiera leído el análisis del sismólogo, quizá no estaríamos lamentando la enorme pérdida de vidas humanas que ha significado este terremoto. Si el gobierno central se hubiera preocupado en mejorar paulatinamente la infraestructura de las viviendas en el sur del Perú, probablemente hoy las secuelas de este sismo no serían tan devastadoras." (20.08.07)
"Pocas palabras para retratar el rostro del desastre. Un terremoto asoló la costa del Perú, en particular la zona sur. Casas destruidas, cuerpos debajo de los escombros, miradas perdidas en medio del desierto. Entristece mucho pensar que Pisco, Chincha, Cañete e Ica sean ciudades destruidas por el furor de la naturaleza. Acercarse al Estadio Nacional de Lima para ayudar con víveres a los que padecen la catástrofe, pero que esperan la solidaridad de los demás. Para consultar sobre las personas heridas, llamar a los siguientes teléfonos: 0-800-10828 (desde el Perú) 511-315-6600 (desde el extranjero)." (18.08.07)









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TESTIMONIO
Por Juan Carlos Guerrero, escritor peruano, desde San Vicente de Cañete, Lima http://espartakocc.blogspot.com/

"Son más de 500 los muertos (hasta el momento), miles los heridos y miles de viviendas arrasadas que ha dejado el terremoto de más larga duración de los últimos años. Sin embargo, la tierra aún sigue temblando, mas, las replicas son leves y muchas de ellas, imperceptibles, se dice que son más de cien los pequeñísimos temblores que hasta el momento se han registrado-después del terremoto- y que mantienen alerta a las personas, algunos ya presas de crisis nerviosa ante la nada agradable situación en que nos encontramos. Pero, lo del miércoles fue realmente espantoso sobre todo por su prolongación, pues, parecía que nunca iba acabar.
"A mí, me tocó vivirlo minutos después de haber salido de casa, eran como la seis y cincuenta de la tarde, yo caminaba cerca al Hospital Rezzola cuando de improviso empezó a temblar, a esa hora de la tarde muchos salen del trabajo y los alumnos de la escuela; hay mucha gente por las calles. El pánico fue general, cuando lo que parecía un temblor pasajero se agudizó, los postes de alumbrado comenzaron a bambolear. Esta situa
ción me hizo tomar conciencia del verdadero peligro en que me hallaba y en el que se hallaban las demás personas, y peor todavía ver los resplandores en el cielo por los desplomes de los cables eléctricos, aunque, en ese momento yo no sabía que era por ese efecto que el cielo, resplandecía. La consigna de todos los transeúntes era ponerse a salvo en un lugar apropiado, pero parecía no haber un lugar apropiado; la ciudad está enrevesada por cables de todo tipo, que son un peligro.
"La calma vino cuando de pronto la tierra dejó de temblar con violencia, solamente por un momento, pues nuevamente volvió a sacudirse con gran intensidad, el pánico a estas alturas soltó sus voces desgarradoras, los gritos no se hicieron esperar, se volvieron más desesperados. Realmente, creí que todo se acababa, nos hallábamos perdidos a nuestra suerte, un terremoto no es como un incendio, un desastre natural es despiada
do, no te da oportunidad para nada, es una cosa contra la que no puedes luchar, quizá, nuestra fortuna se deba a que la mayoría de los que estábamos allí, éramos jóvenes y dependíamos de nosotros mismos. Esa fue nuestra salvación.
Cuando todo pasó, al regresar a casa, vi que el edificio más grande de la Plaza San Martín, había sufrido derrumbes, bloques de concreto inmensos que podían matar a varias personas al mismo tiempo habían partido en dos, una carretilla de golosinas, la ciudad estaba en tinieblas, por la calle en donde vivo, algunos cables se desplomaron. Por fortuna, mis familiares estaban a salvo, y no hubo nada que lamentar. Pero, lo que me tenía preocupado, era sobre la suerte del niñito que es como mi hijo, de inmediato, y sin pensarlo demasiado, traté de tomar un auto para que me lleve a Cerro Azul, he esperado como una hora, puesto que los autos y los microbuses eran escasos, por fin pude tomar uno; ya creía que nunca iba a lograrlo.
Cerro Azul se hallaba en tinieblas también y con mu
cha gente abandonando sus casas por temor a un maremoto-Cerro Azul es hoy una caleta de pescadores y un balneario que en verano suele ser muy concurrido, antiguamente era un prospero puerto-, caminando en un éxodo se iban hacia el otro lado de la carretera querían ganar los montes para dormir allí. La sangre se me congeló cuando vi la casa en ruinas del pequeño que está fabricada de adobes, lo que observaba por entre la oscuridad alumbrada con una vela, era solamente escombros y una cuantas paredes de pie. Pensé lo peor, pero, doy gracias que no haya ocurrido nada que lamentar, sólo la casa destruida. Al poco rato, llegó el hermano del pequeño y me hizo saber que sus familiares estaban libres de todo peligro incluido el niñito. He pernoctado con ellos en los cerros por temor al maremoto.
Ya en la mañana del jueves les he ayudado a rescatar algunas de sus pertenencias de los escombros, hemos construido cobertizos mientras
se espera la ayuda del Estado, una ayuda que no sabemos si llegará. Lo más triste es que los pasajes han subido, las empresas de transportes no creen en nadie, ni los ladrones tampoco, no son días de fiestas, la gente tiene necesidad de viajar para ver a sus familiares, pero los muy benditos, han tenido la sabia idea de que los pasajes cuesten el doble de lo habitual. El sur chico de Lima es una zona de emergencia. Centenares de personas han muerto. Creí que todo se acababa, creí que iba a suceder lo peor. Hace pocos minutos ha vuelto a temblar la tierra de manera regular, según los reportes en algunos puntos se ha salido el mar: más de quinientos metros de lo normal. El temor de que ésto se prolongue, nos tiene a todos en permanente alerta."

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MAYORES PENURIAS PARA LOS POBRES

SAN CLEMENTE, Perú (AP, 21 de agosto) - La vida ya era dura para los residentes de esta región de labriegos y pescadores asolada por el sismo de la semana pasada, en la que se ganaban la existencia diaria a base de mucho sudor y sacrificios.

Según las últimas cifras de la Defensa Civil, el terremoto del miércoles dejó unas 35.214 familias damnificadas, principalmente en las ciudades de Ica, Chincha y Pisco.

Las fábricas dañadas por este sismo de magnitud 8 no dan trabajo, al menos por ahora. Decenas de pescadores perdieron sus embarcaciones ante el avance de la marea y ninguno ha vuelto a faenar. Debido a la rotura de las cañerías de agua, los agricultores temen que muera su ganado y se marchiten las cosechas.

Los alimentos, el agua y la ropa han comenzado a llegar finalmente a las zonas rurales más afectadas, aunque esporádicamente. Carpas y mantas, empero, siguen siendo escasas.

A lo largo de la carretera, la gente empuñaba el lunes bolsas de plástico abiertas, implorando ayuda o simplemente alargaban los brazos sujetando sus gorras en un gesto universal del necesitado.

En esta aldea junto a la carretera Panamericana, Victoria Mancilla permaneció en pie ante la puerta de su choza en la que logró amontonar unos cuantos colchones y donde ha vivido con sus dos hijas desde que se desplomó su vivienda.

Los escombros de lo que fue su casa, a unos pocos metros, están flanqueados por otras edificaciones dañadas a las que es imposible acercarse ante la posibilidad de que se derrumben.

Como tantas otras personas, han comido de una cazuela comunal de arroz con algunos frijoles, que los equipos de rescate distribuyeron la víspera.

Mancilla, de 58 años, vive del pequeño comercio, la principal actividad de esta aldea. Vende ceviche en las calles. Pero la pesca no ha sido reanudada. El sismo paralizó esa actividad y los 1.500 pescadores de la región esperan a que concluyan los temblores secundarios y que las autoridades autoricen la reanudación de sus labores.

"No hay pescado y además no hay luz, entonces no hay cómo mantener los productos de pescado", dijo Mancilla. El sismo mató a su nieta de 23 meses y quebró un brazo de su esposo. Todos ellos se encontraba en casa cuando fue sacudida por el terremoto.

"Nosotros no tenemos un trabajo estable, ni una vida segura", afirmó. "Tenemos que trabajar todos los días para tener algo con que mantenernos", añadió.

"Necesitamos reconstruir nuestras casas. Necesitamos ladrillo y cemento. ¿Quién nos va a dar eso?", se preguntó la mujer con su voz quebrada por la desesperación. "Todas somos mujeres, en esta familia no hay varones y mi esposo está enfermo".

En la carretera que va de San Clemente hacia los Andes, decenas de personas se congregaron el lunes con carteles escritos a mano proclamando "necesitamos ayuda".

Uno de esos carteles fue colocado por las 200 familias que residen en la aldea de Palto, mientras un helicóptero de la policía repartió sacos de arroz y azúcar, el primero que llegó a la zona desde el sismo.

"Estábamos pidiendo ayuda al lado de la carretera. Los camiones de ayuda siguen pasando pero a nosotros no nos llega porque estamos alejados" de las zonas urbanas, dijo Víctor Aníbal Menes, uno de los tres comisionados de la aldea que acudieron a la base de la fuerza aérea el Pisco la madrugada del lunes para pedir socorro.

"Nos han dado ayuda antes de ayer y gracias a eso tenemos para comer hoy día pero no sé si para mañana", dijo Jaime Cervante, uno de los dirigente de Monte Sierpe. "Ahora más tarde va a llegar otra remesa pero lo que se nos está brindando realmente es muy poco", agregó. La ración que recibió Cervante consistía en 20 kilos de arroz y una bolsa de azúcar.

"Lo que necesitamos son carpas para proteger las cosas", dijo Luisa Melgar, de 42 años.

Las autoridades carecen de una cifra de desaparecidos porque será elaborada sólo cuando concluyan las tareas de búsqueda de sobrevivientes y de más cuerpos, lo que podría ocurrir dentro de dos días.

Hasta el domingo se han registrado más de 480 réplicas del terremoto de 7,7 grados en la escala de Richter del miércoles en el centro sur de Perú.



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LA ENERGÍA LIBERADA

(EFE, 17 de agosto) Los sismólogos calculan que harían falta unos 27.000 terremotos como el ocurrido el pasado 12 de agosto en España (con una magnitud de 5,1 en la escala Richter) para igualar la energía que se liberó en el seísmo que sacudió Perú el pasado miércoles (con una magnitud de 7,9).
Belén Benito, especialista en sismología y catedrática de la Escuela Universitaria en la Universidad Politécnica de Madrid, subrayó que a pesar de la diferente magnitud de ambos terremotos, la comunidad científica se ha sorprendido más por el acontecido en España que por el ocurrido en Perú.
En declaraciones a Efe, la sismóloga precisó que el de España tuvo su epicentro (en la localidad ciudadrealeña de Pedro Muñoz) en una zona considerada como "estable" y con muy bajo nivel de sismicidad.
Observó que el ocurrido en Perú, con epicentro en el Pacífico, al sudeste de Lima, se produjo en una región de alta sismicidad, asociada al límite de placas Nazca-Sur América, y recordó que la propia capital peruana ha sido destruida hasta seis veces por fuertes terremotos.
Según la sismóloga, los dos terremotos responden a un proceso similar de ruptura en una falla geológica, en el que se libera bruscamente una energía que se propaga en forma de ondas sísmicas que al alcanzar la superficie producen la sacudida.
Belén Benito explicó que el ocurrido en Pedro Muñoz ha sido el de mayor magnitud registrado en la zona centro de la península desde que existen registros instrumentales (principios del siglo XX) y que además se ha producido sólo dos meses después del terremoto que tuvo su epicentro en Escopete (Guadalajara), con una magnitud de 4,1.

Estos dos temblores empiezan a cuestionar la estabilidad geológica de la zona central de la península, según la catedrática, pero observó que ninguno de ellos ha causado daños importantes, salvo casos aislados como el derrumbe del tejado del teatro de Almagro, aunque apuntó que éste se pudo producir debido al "débil" anclaje con el resto de la estructura.
Insistió en que es necesario profundizar en el conocimiento geológico de la zona centro peninsular para determinar si es posible que se produzcan terremotos mayores y dijo que los últimos terremotos demuestran que "comienza a haber cierto movimiento".

Belén Benito señaló que de momento sólo se puede afirmar que la zona centro de la península es menos activa que el sur y el sureste español, donde se han registrado terremotos mayores y con más frecuencia, algunos de ellos destructores, asociados al límite de placas Eurasia-África.
El de Perú, a pesar de ser mucho más fuerte que el ocurrido en España, no ha causado tanta sorpresa a los sismólogos, aseguró la catedrática, y se refirió al dicho "donde ha temblado, temblará", que utiliza este colectivo y a los seísmos con magnitud superior a 7 ocurridos en las costas peruanas durante las últimas décadas.
No cuestionó el orige
n del terremoto, pero sí se preguntó si hubiera sido posible evitar el daño, y consideró que el elevado número de víctimas y daños materiales causados por el temblor se debe, además de a la magnitud del temblor, a la vulnerabilidad de las construcciones, "probablemente con pobre nivel de diseño en una zona frecuentemente azotada por sismos".
Belén Benito as
everó que "el terremoto es un fenómeno natural, pero la catástrofe no es natural" y consideró que éstas se podrían evitar o reducir adoptando medidas de diseño resistentes a los temblores y con una adecuada planificación urbanística y territorial.
Insistió por ello en la importancia de potenciar las políticas de prevención de daños en países altamente sísmicos pero también en otros de sismicidad moderada como España, y en la importancia de que esas medidas partan de la acción combinada de la comunidad científica y de las autoridades políticas y administrativas.


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"La cultura es mucho más rica cuando más mezclada está; los países mestizos tienen ventajas sobre los más homogéneos porque es la diversidad la que nos enriquece. La cultura no puede ser única ni cerrada, pues hay una polinización que ha venido del lejano Oriente, al Oriente próximo, y de ahí a Occidente. La literatura, por ejemplo, se mueve por las autopistas del viento."
(Juan Goytisolo, Barcelona)