"Cuando la España cristiana medieval atravesaba un periodo de oscurantismo en el que ni siquiera se planteaba ningún tipo de higiene y mucho menos personal, la Córdoba musulmana contaba con más de seiscientos baños árabes públicos, herederos de las termas romanas.
Lugar de descanso, de reunión social y política, en ciertas regiones el hammam constituye, especialmente para las mujeres,
una de sus distracciones favoritas y todo un ritual generador de belleza y sensualidad,
al tiempo lugar donde mejor se desvanece cualquier desigualdad de índole social."


27.12.07

Médicos sin Fronteras




SECUESTRO EN SOMALÍA

Una enfermera argentina y una médica española,
dedicadas al trabajo humanitario en África,
permanecen en manos de un grupo
que negocia su impunidad.



(Agencias, Mogadiscio, 27 de diciembre) En un dramático episodio que repercute especialmente en la Argentina y en España, cuyas cancillerías colaboran con el intento de solución, una joven enfermera argentina y una médica española que trabajan para la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras resultaron secuestradas en el norte de Somalia cuando el vehículo que las trasladaba fue asaltado por seis somalíes armados con ametralladoras.

Los secuestradores permanecen rodeados por las fuerzas de seguridad locales, que negociacian la liberación. La rehén argentina fue identificada como Pilar Bauzá Moreno, enfermera de 25 años nacida en Bella Vista, quien lleva seis meses en el país africano trabajando en un proyecto de nutrición y asistencia para los desplazados por el conflicto interno.

La otra mujer es Mercedes García, médica española de 50 años con vasta experiencia en trabajo humanitario que llegó a Somalia hace menos de un mes. Bauzá y García viajaban con un chofer y un intérprete hacia un centro de nutrición para refugiados en la ciudad de Bosasso, en la autónoma región de Puntlandia, cuando su vehículo fue interceptado por seis hombres armados con ametralladoras AK-47.

"Estaba llevando a las dos mujeres al hospital local cuando seis hombres armados se acercaron bloqueando el camino. Me golpearon duramente y secuestraron a las mujeres y se las llevaron con el automóvil", contó el chofer somalí, quien pidió ser mantenido en el anonimato. Horas después, las fuerzas de seguridad localizaron a los secuestradores en la población de Giriso, a cinco kilómetros de Bosasso, y los cercaron para obligarlos a negociar la liberación de los rehenes.

En ese momento hubo un fuerte intercambio de disparos entre los secuestradores y la policía, pero según aseguró el ministro de Información de Puntlandia, Abdulrahman Mohamed Bankah, las dos rehenes resultaron ilesas.
"Daremos todos los pasos necesarios para liberarlas y castigaremos a los secuestrados para que reciban una buena lección", agregó Bankah. Al caer la noche, las negociaciones debieron ser interrumpidas por la falta de luz.

La mediación se retomó esta mañana, y los delincuentes, cuya afiliación no ha sido difundida, han prometido liberar a las dos rehenes si se respeta su vida y si no se los persigue judicialmente.
Sin embargo, Said Game, el funcionario al frente de las negociaciones, advirtió que, si los secuestradores no se entregan hoy, "usarán la fuerza".

La ciudad portuaria de Bosasso es la capital económica de Puntlandia, región al nordeste de Somalia que sirve de base a los traficantes que organizan el paso de migrantes ilegales hacia Yemen, en travesías marítimas sumamente peligrosas. También operan en la región piratas que atacan a los barcos mercantes que navegan en las costas somalíes.

En tanto, el equipo de Médicos Sin Fronteras que trabaja en el proyecto de nutrición en Somalia fue parcialmente evacuado "hasta que mejore el clima de seguridad" y a la espera de la liberación de las rehenes, según informó el vocero Javier Sancho, lo cual preocupa a la población local, beneficiaria de esa ayuda.

El secuestro de las mujeres tuvo lugar apenas 48 horas después de la liberación de un periodista francés, Gwen Le Gouil, quien había permanecido en cautiverio ocho días dentro de la misma región.


Pilar, de Buenos Aires

(Clarín) Soltera, de 26 años y oriunda del barrio porteño de Belgrano, la joven Pilar Bauzá Moreno egresó de la Universidad Austral como enfermera especializada en Pediatría.

Sus familiares están ahora pendientes del teléfono, angustiados y atentos a las noticias que llegan desde Africa a través de los voceros de MSF y de las autoridades argentinas. Pese a lo difícil de la situación, mantienen las esperanzas.

Ellos se enteraron del secuestro apenas se despertaron. Escucharon algo por los medios, y luego vieron que tenían mensajes en los teléfonos celulares. "Estamos en contacto todo el tiempo con Médicos Sin Fronteras. Aparentemente los secuestradores están rodeados en una casa. Serían diez, pertenecientes a tres tribus distintas", contó el médico Hernán Bauzá Moreno, hermano mayor de Pilar.

Hernán pasó casi todo el día en su departamento del barrio de Belgrano, en contacto permanente por teléfono con sus padres, Carlos y Patricia, quienes esperaban en su casa de Bella Vista alguna noticia. También estaban pendientes los otros hermanos de la enfermera. En total son seis, y Pilar es la menor de las mujeres.

"Se fue en agosto, en su primera misión con MSF. Estaba muy contenta con el trabajo que hacía allá con chicos desnutridos. Siempre tuvo una gran vocación por el trabajo con chiquitos. Estudió enfermería y después hizo una carrera de posgrado para especializarse en Neonatología. Acá trabajó en varias clínicas en la Capital y antes de irse estaba trabajando en un hospital en Pilar (provincia de Buenos Aires). Todos la apoyamos cuando quiso ir a Somalia, a pesar de nuestro lógico miedo", agregó Hernán.

Pilar se comunicaba con su familia frecuentemente por e-mail, y cada tanto por teléfono. "Siempre manifestaba lo contenta que estaba allá y las cosas que hacían, pero nunca nos daba datos exactos de dónde estaban o dónde iban en el día, por cuestiones de seguridad".

La muchacha habló con su familia el lunes, para Nochebuena, y según su hermano "se la escuchaba muy feliz, a pesar de que veía allá cosas terrible, porque siguió su vocación", justificó. La misión por la que viajó duraba en principio seis meses, con posibilidades de quedarse más. Por ahora no le había dicho a su familia cuándo planeaba volver a Buenos Aires.

"Espero que todo se resuelva para bien, estamos rezando mucho para que Dios la acompañe y la cuide en este momento, aunque ella se sabe cuidar muy bien también, es una mujer muy aguerrida y con muchas agallas", remarcó Hernán.


Mercedes, de León

(El País) Soltera, sin hijos y entregada por completo a su profesión de médica, Mercedes García Valcarce siempre está a punto para hacer las maletas y marcharse a cualquier parte del mundo asolada por el hambre o las epidemias. "Es el prototipo del cooperante de Médicos sin Fronteras", asegura el valenciano Alfons Verdú, coordinador de esta ONG en la capital somalí, Mogadiscio.

Verdú y García se conocieron hace dos años en Darfur, y se reencontraron hace un mes en Mogadiscio, "donde hay 25 muertos y 70 heridos a la semana". Bossaso, por el contrario, parecía un lugar "mucho más tranquilo" para ejercer la medicina que el resto del país.

En Cuadros, el pueblo leonés de 400 habitantes donde Mercedes vive cuando no está de misión, todos conocen su vocación humanitaria. Los vecinos estuvieron todo el día pendientes de si se producía la liberación.

Mercedes García trabaja con MSF desde 2002, aunque comenzó a cooperar con proyectos humanitarios años atrás y estuvo en Angola, Sudán y Argentina antes que en Somalía. También en Canarias, atendiendo la crisis de los cayucos, problema calcado al que se vive en el noreste de Somalia: desde el puerto de Bossaso parten barcazas repletas de inmigrantes que sueñan con llegar a Yemen. Igual que en el trayecto hacia España, los que mueren en el camino son arrojados al mar.



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"La cultura es mucho más rica cuando más mezclada está; los países mestizos tienen ventajas sobre los más homogéneos porque es la diversidad la que nos enriquece. La cultura no puede ser única ni cerrada, pues hay una polinización que ha venido del lejano Oriente, al Oriente próximo, y de ahí a Occidente. La literatura, por ejemplo, se mueve por las autopistas del viento."
(Juan Goytisolo, Barcelona)