"Cuando la España cristiana medieval atravesaba un periodo de oscurantismo en el que ni siquiera se planteaba ningún tipo de higiene y mucho menos personal, la Córdoba musulmana contaba con más de seiscientos baños árabes públicos, herederos de las termas romanas.
Lugar de descanso, de reunión social y política, en ciertas regiones el hammam constituye, especialmente para las mujeres,
una de sus distracciones favoritas y todo un ritual generador de belleza y sensualidad,
al tiempo lugar donde mejor se desvanece cualquier desigualdad de índole social."


9.10.07

Joan Jonas en Barcelona




UNA GRANDE DE LA PERFORMA
NCE CONQUISTA ESPAÑA


A los 70 años, esta neoyorquina considerada maestra de actuales maestras,
como Laurie Anderson,
va siendo homenajeada en distintos países y venerada por las jóvenes generaciones.
Durante cuatro meses,
su obra feminista es exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.


(AMECOPRESS, Julia López, 24 de setiembre) Timelines: transparencias en una habitación oscura es la primera muestra retrospectiva (1970-2007) en España de esta leyenda viva del arte de vanguardia, que se podrá visitar en el Museo de Arte Contamporáneo (MACBA) hasta el 7 de enero del 2008. Joan Jonas regresará a Barcelona porque se ha comprometido a llevar a cabo un taller en el propio museo, del 15 al 19 de octubre, que culminará con la realización de una performance abierta al público el jueves 25, titulada La mano que devuelve su propio movimiento. Este taller le hace una ilusión enorme “por la relación con jóvenes artistas”, aunque aclara que no se siente una profesora: "No voy a formar en ninguna técnica, sólo quiero mostrar cómo utilizar las posibilidades de la acción como forma de expresión".

Artista pionera en la práctica de la performance, el cine experimental y la utilización de vídeo en sus actuaciones, plantea una lectura sincrónica de su trabajo. La exposición muestra cuatro instalaciones representativas de su trayectoria, juntamente con una serie de películas, videos, dibujos, fotografías y objetos.

“La selección no responde a un programa exhaustivo, sino a la intención de trazar círculos temáticos que muestran su obra", comentaba el director del MACBA, Manuel Borja-Villel. Jonas explica: “Este trabajo lo empecé a finales de los 90, cuando comenzaron a pedirme retrospectivas. Al principio no lo veía muy claro, pero después me entusiasmé. Ya había creado instalaciones y desde mis inicios he utilizado el video. Pero esto era subir un nuevo peldaño contando con el avance de las tecnologías. Por suerte, a mis performances las habían fotografiado los mejores fotógrafos de Nueva York y habían sido registradas en cine o en video, aún antes de que yo utilizará estos medios”.

Sus instalaciones de gran poder evocador no dejan indiferente a nadie, convierten a los espectadores en parte del “atrezzo” rodeados de unas composiciones envolventes, de imágenes, sonidos y objetos y coprotagonistas de una acción física en la que seguramente les hubiera gustado participar, y en las que de hecho, participan, a través de su propia imaginación, asociaciones simbólicas y recuerdos visuales.

Joan Jonas, nacida en Nueva York en 1936, estudió arte en Massachussets, Boston y Nueva York. Comenzó desarrollando sus inquietudes artísticas en el campo de la escultura, pero a finales de los 60 decidió dar el salto a la expresión visual y a la acción efímera que aún mantiene.

“No me costó ningún esfuerzo –explica la artista–, estaba muy vinculada al mundo de la danza y seguía las enseñanzas de Trisha Brown e Yvonne Rainer. Comencé a investigar en el espacio y en los fenómenos de percepción, en los cuales confluían varios elementos. Por un lado, la influencia del teatro Kabuki y por otro, mi capacidad de dibujo instantáneo. Me entusiasma la música y el cine, los sonidos naturales, los juegos de luces, la composición de planos, el corte”. A Finales de los 80 fueron muy comentadas sus colaboraciones con compositores de la talla de Alvin Lucier y sus actuaciones con TheWooster Group.












Arte como divulgación del feminismo

Pequeña y menuda, Jonas conserva la sonrisa de su juventud, así como una peculiar expresividad y dureza de gesto, que se multiplica en las pantallas cuando pinta en el suelo con un bastón o dibuja en la arena con un rastrillo. En su conferencia prefiere explicar la esencia de su evolución artística y personal, sus influencias y su relación con las vanguardias de su generación, su feminismo activo y aunque empieza explicando en detalles sus primeras performances que se proyectan detrás de ella, comenta enérgica al responsable de proyección. “Por favor pase las imágenes más deprisa, tengo un tiempo limitado”.

“Empecé a trabajar el espejo como herramienta –comienza a explicar, mostrando su primera puesta feminista, en que varias mujeres paseaban con grandes espejos para multiplicar y reflejarse en otras mujeres–; el espejo me ha servido para trabajar sobre el narcisismo, alterar el espacio, y la literatura o la poesía han sido mi punto de partida. Estaba leyendo a Borges, y como la mayoría de los jóvenes de entonces estábamos fascinados con su obra. La performance 'Viento' surgió inspirada en algunas de sus frases, pero al final acabó de otra manera por espontáneo protagonismo del viento, que nos arrastraba y nos obligaba a abrazarnos”.

Ella había empezado a actuar en escenarios de galerías o locales, trabajando con su cuerpo como principal herramienta, pero muy pronto salió a la calle, y sigue entusiasmada con los grandes espacios. Realizó acciones en barriadas periféricas de Nueva York, en las playas cercanas de Long Island, o en Nueva Escocia, a donde iba los veranos: “Éramos un grupo de artistas de todo tipo, entusiastas con lo que hacíamos. Nos movíamos de una acción a otra. Era nuestra forma de expresarnos y de llamar la atención, lo cual resultaba especialmente importante para el feminismo que fue una verdadera revolución que lo cuestionaba todo. Por suerte, todo lo que hacía lo fotografiaban las y los mejores fotógrafos de Nueva York, y poco después los primeros artistas que experimentaban con video o cine. De no ser así, todo se hubiera perdido”.

Después de la apoteosis de la performance, en los años 80, vino una etapa de olvido. “Ya no era moda” explica Marí, en la presentación de la conferencia–, muchos artistas amigos suyos se habían dedicado a campos creativos más lucrativos, pero ella seguía con sus historias, a ella no le importaba ser considerada una artista “marginal, periférica y excéntrica”.

Sin embargo Jonas no da demasiada importancia a esa etapa de menos “glamour” y éxito, porque siguió trabajando e investigando como si fuera una antropóloga del arte y presentó toda una serie de acciones poético visuales. Interesada en la mitología (los orígenes de Islandia con “La saga del volcán” y las leyendas irlandesas de "Sweeney Astray"), así como en las danzas rituales de los indios Hopi y en el teatro japonés kabuki combinaba su visión feminista individual de deconstrucción social del género junto a un arte político alejado de los paradigmas del momento.


El poder de la juventud

–¿Cree que las nuevas generaciones de artistas visuales como las Guerrilla Girls son continuadoras de sus primeras acciones feministas?

No conozco muy de cerca su trayectoria. Podría ser que se hubieran inspirado en mis acciones con máscara de los 70. Cada vez hay más mujeres artistas y tienen cosas que decir. Está bien que el feminismo siga provocando, y me parece bien lo que hace ese grupo, aunque yo actualmente tenga unas preocupaciones más globales, las guerras, la interculturalidad, el racismo… De todas formas, hay que seguir trabajando con los mitos y seguir explorando en el mundo de lo simbólico. En su momento yo lo hice con el perro, un símbolo mitológico como el gato o la serpiente, su propia visión y después la mía transformada con una cabeza de perro. "Organics" fue una experiencia física pero también algo espiritual.

-A usted se la considera una artista feminista ¿Cuál es su relación actual con el feminismo? ¿Tiene seguidoras de su arte?

No soy militante. En mi país, en la época de la explosión feminista luchábamos codo a codo escritoras, artistas, profesionales y universitarias. Había una dirección común y ganas de cambiar el mundo. Ahora miro las cosas desde otras perspectivas. Me encanta que mi trayectoria y mis propuestas sean seguidas por muchas mujeres jóvenes que a veces se acercan para saludarme o pedirme consejo. Es lo máximo a lo que puedo aspirar. Aunque sinceramente sé que hay performers muy buenas, que son muy jóvenes; no me he preocupado de comprobar si se inspiran en mi trabajo o no. Eso lo tienen que decir otros.

-Ahora hay casi tantas mujeres como hombres en el mundo del video.

Cuando empecé a trabajar con video en color, se me abrió un abanico de posibilidades. Era la mejor manera de trabajar con la imagen, deconstruir estereotipos y contar historias desde la propia vida cotidiana. Entiendo que haya tantas mujeres video-artistas. Se puede experimentar con diferentes tipos de lenguaje y tienes autonomía de funcionamiento. Hace años, solo lo utilizaba para grabar y crear nuevos entornos; ahora controlo directamente mis películas. Puedo trabajar en casa. Es otro mundo que yo comparto con mi experiencia de toda la vida.


-¿Cuál es la relación de sus acciones con la representación teatral?

Son cosas diferentes. Pero he de reconocer que me he ido acercando al teatro porque el teatro ha cambiado mucho en los últimos 30 años, y por mi pasión por la danza, el movimiento, la ocupación del espacio. Por otro lado, una parte del teatro contemporáneo se ha alimentado de la performance y se ha dejado influenciar por ella. Sin embargo, aunque me encanta el teatro, lo mío es otra cosa, tiene otra significación. La diferencia es cómo el teatro trabaja con el texto y estructura la acción. En mi obra, performar no es actuar, es estar. No trabajo con personajes, sino con ideas y formas. De acuerdo con los participantes, transformo un espacio y un tiempo. Ni yo misma sé adónde puedo llegar. Cada performance es única.

-También trabaja con textos, poesías, lemas en las paredes… ¿En qué campo de experimentación se mueve ahora?

No soy una ilustradora de textos, los represento como imágenes. Me provocan una reacción corporal y visual que desarrollo. La unión viene después. Actualmente me interesa mucho la arquitectura urbana y el medio rural, la contraposición de lo agreste a lo urbano. También trabajo las posibilidades de efectos especiales, ruidos, simulaciones que me proporcionan las tecnologías audiovisuales. Es una muestra de la contradicción personal en que vivo. Parte de mí quiere vivir tranquila en el campo, y otra parte no puede prescindir de la ciudad.

-A pesar de que usted asegura que su obra no tiene una inclinación claramente política, obras como "Lines in the sand" demuestran su desilusión por el gobierno de su país. Primero fue la Guerra del Vietnam y después la de Irak

He trabajado con el mito de Helena. El caballo de Troya que se introduce en la ciudad de Atenas, y después se culpa de todo a la mujer, lo cual es una falacia. Desde siempre, las verdaderas motivaciones de los conflictos no son las que nos cuentan. Las tensiones entre griegos y troyanos por la supremacía comercial y el acceso al mar Negro son un motivo mucho más probable. Lo mismo está pasando con la guerra en Irak. Sin embargo yo empecé a trabajar en esa obra antes de los atentados de 2001, y entonces ya mostraba mi oposición a la política de Bush. Ahora todo ha empeorado. Necesitan seguir golpeando los tambores de guerra para mantener a la ciudadanía con fervor patriótico.

-Pienso que está entusiasmada con el proyecto del taller y que cree en las posibilidades artísticas de la generación más joven.

El lenguaje de la performance me da nuevas oportunidades de transferencia y comunicación. En todas partes, mi principal público está compuesto por jóvenes. Su frescor me da energía. Son como una inyección de creatividad. Hay una juventud que, como la nuestra, parece decidida a romper moldes y arriesgarse, a investigar caminos no transitados. Hoy la gente mira mi obra de otra manera. Es la mirada de la gente joven, y me encanta.


La posmodernidad de una obra

A pesar de haber practicado un arte tan efímero como la performance, impacta la posmodernidad de su obra, la “actualidad”. Con un lenguaje visual original, une obras tan distantes en el tiempo, como la magnífica "Mirada" (Mirada, 1976), con otras más próximas como "Lines in the sand" (Líneas en la arena, 2003-2004) que adquieren otra dimensión, una vez puestas en relación, compartiendo por ejemplo el mismo espacio ‘teatral’ de la Capilla del MACBA, frente al Museo.

Igual ocurre con otra de las instalaciones del propio museo. La proyección de "Volcano Saga" (La saga del volcán, 1985-1989), montaje de video sobre actuaciones suyas, poesía visual, onírica y fantástica, puede ser vista cómodamente desde el asiento, escuchando con los auriculares su dulce relato en inglés, de leyendas de Islandia o Irlanda sobre la historia de mujeres.

También aparecen fotografías y preciosos dibujos que ella hacía en el momento durante sus actuaciones en la instalacion "Revolted by the Thought of Known Places" (Fastidiada de pensar en lugares conocidos, Sweeney Astray, 1992), así como en su última obra presentada, "The shape, the scent, the feel of things" (La forma, el aroma y el tacto de las cosas, 2006), recorrido emocional y artístico por la intensa creatividad de Jonas, quien en sus inicios utilizaba casi exclusivamente su persona y la de otras mujeres, su propia vida cotidiana para mostrar la “revolución feminista”, y que cada vez ha ido dirigiendo su mirada a aspectos globales de la interculturalidad y de la política de su país, en la que se muestra frontalmente en contra.

Jonas ha desarrollado un vocabulario emblemático, sintetizando gestos rituales y objetos simbólicos, incluyendo máscaras, vestidos y espejos, jugando con métodos arcaicos de creación de ilusiones ópticas y diferentes efectos narrativos. Empezó a utilizar el video en "Organic Honey's Visual Telephaty" (1972), instalación que ha pasado a formar parte de la Colección MACBA de arte contemporáneo. Al incorporar cámaras para que quedara constancia de lo efímero, ellas modificaban el espacio y el sentido de la acción. En las próximas acciones se incorporaban las imágenes rodadas en monitores aparte, con superposición de imágenes, y un intercambio espacio-tiempo.

De hecho, la relación de alimentación recíproca entre instalaciones, secuencias videográficas y actuaciones en directo, se ha desarrollado en su trabajo de manera acumulativa, convirtiéndose en un estilo creativo original que la sigue manteniendo como una de las artistas más consideradas del mundo.

Según el comisario de la exposición, Bartomeu Marí, “pese a su continua actividad, a Jonas se la empezó a homenajear hace muy poco y a España no habían llegado ninguna de sus instalaciones”. Cabe destacar que la misma Nueva York, le dedico su primera retrospectiva en 2003. Un arduo y primer trabajo de selección que antes estuvo en México, Stuttgart y posteriormente en París, Amsterdam y Londres. El actual montaje se ha visto en Ginebra, Como (Italia) y Nueva York.

Otra cosa a destacar es que en su obra suele actuar como única performer, o bien acompañada por actores, y cuenta historias que parecen de otra época y de otro lugar. La naturaleza, los frecuentes animales, en especial los perros, y personajes de los relatos ancestrales pueblan sus acciones, en las que se mezclan los sueños y las epopeyas, en las que somos testigos de personajes que provienen de otra imaginación. No usa ninguno de los instrumentos tecnológicos modernos con los que nos hemos acostumbrado a convivir; más bien utiliza un sinfín de herramientas sencillísimas, analógicas, palos, mascaras, gorros y atuendos especialmente fabricados para la ocasión que contribuyen a la creación de atmósferas de ensueño semejantes a recitales de magia blanca.


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"La cultura es mucho más rica cuando más mezclada está; los países mestizos tienen ventajas sobre los más homogéneos porque es la diversidad la que nos enriquece. La cultura no puede ser única ni cerrada, pues hay una polinización que ha venido del lejano Oriente, al Oriente próximo, y de ahí a Occidente. La literatura, por ejemplo, se mueve por las autopistas del viento."
(Juan Goytisolo, Barcelona)