I CONFERENCIA IBEROAMERICANA
DE GÉNERO Y COHESIÓN SOCIAL
La presidenta de Chile abrió el encuentro de ministras y altas autoridades
de organismos para la mujer, realizado el 11 y 12 de octubre en Santiago,
con vistas a la Cumbre de noviembre.
(Gobierno de Chile, 11 de octubre) La presidenta de la República, Michelle Bachelet, inauguró la I Conferencia Iberoamericana de "Género y Cohesión Social", donde hizo hincapié en las medidas necesarias para combatir la inequidad y destacó el avance en iniciativas que protegen y favorecen a las mujeres, como la reforma provisional, el aumento de las salas cunas y la igualdad de oportunidades de participación política, entre otros.
Inicialmente la mandataria comentó los casos de dos mujeres atacadas por sus parejas, que escaparon con vida, quienes son: "Victoria Morgado, que fue amenazada con un arma blanca, logró escapar y recurrir a la policía, lo mismo que Josefina Espinoza, que tuvo que ser internada luego de ser apuñalada y carabineros detuvo al agresor". Añadió que este es un "flagelo que hay que abordar, enfrentar y erradicar de nuestras sociedades".Afirmó que "ellas pudieron salvarse y escapar, pero hechos como estas agresiones criminales no pueden seguir repitiéndose en Chile ni en el resto de nuestra Iberoamérica. La sociedad tiene que abandonar la indiferencia, la policía tiene que actuar a tiempo, los lugares de acogida tienen que multiplicarse. Nuestras mujeres deben ser respetadas, y no descansaré ni daremos tregua hasta el respeto efectivo del derecho de toda mujer chilena a la vida, integridad física, seguridad en la calle, en su casa o en su barrio".
Sobre los temas que aborda la Conferencia, la Jefa de Estado señaló que "no podemos hablar de cohesión social o de inclusión, sin afirmar que la desigualdad de género está profundamente asentada en la sociedad, ya que muchas de las discriminaciones resultan de una valoración muy distinta que existe en nuestra sociedad acerca del rol de la mujer en los ámbitos productivos".
Añadió que esta desigualdad, en el caso de las mujeres, "se traduce –en ocasiones- en grave situación de violación a sus derechos laborales y civiles y problemas de violencia y agresión, así como también en la insuficiente incorporación de las mujeres al trabajo remunerado y de las injusticias que se cometen con las mujeres que trabajan, incluso en aquellas labores no remuneradas como el trabajo doméstico".
Relevó que "introducir la mirada de género en el concepto de cohesión social implica promover el bienestar de todos los hombres y todas las mujeres, asumiendo que esta perspectiva es tan central como la participación democrática y la superación de la inequidad social en nuestros continentes".
Para resolver la fragmentación social y las inequidades, la mandataria destacó que es necesario "asumir la perspectiva integral de género en la cohesión social y en el conjunto de las políticas públicas y asegurar una agenda política que conjugue ambas, donde se creen las condiciones efectivas para que esos derechos puedan ser ejercidos y así corregir las brechas de desigualdad y todas las formas de discriminación contra la mujer".
Dentro de las medidas para corregir esto, se encuentran "la erradicación de toda forma de violencia contra la mujer; la mayor presencia de las mujeres en los espacios de toma de decisiones; y la conciliación entre la vida familiar y el trabajo remunerado", señaló.
Sobre este primer punto, lamentó que "los femicidios –que en Chile van ya en 49 en este año- arrebatan la vida de mujeres por el sólo hecho de ser mujeres". Agregó que tiene el "triste orgullo que hayan sido los gobiernos democráticos -y por cierto mi gobierno- el que pusiera este tema en el debate de la sociedad chilena. Antes era una realidad escondida, (…) hoy lo comenzamos a dimensionar en toda su plenitud".
Defendió la labor del gobierno sobre este punto al afirmar que "hoy se habla de violencia contra la mujer, porque hemos sido las mujeres, en los gobiernos democráticos, las que hemos puesto este tema. Se colocó el tema del femicidio en la agenda nacional y se están realizando enormes esfuerzos para proteger a las mujeres, para que los tribunales actúen de manera eficiente, para que se encare el problema de una manera firme".
Dentro de las acciones emprendidas para proteger a las mujeres de la violencia, destacó que "hemos creado 16 casas de acogida para mujeres y niños, una por región, y el próximo año crearemos un número mayor. Hemos aumentado el número de tribunales de familia, para que pueda existir una adecuada atención a las mujeres que requieran de una protección, se aumentaron las penas por el maltrato habitual, el que hemos constituido en delito".
Un segundo aspecto se refiere a "la participación de la mujer en los espacios públicos, en los cargos y en particular, en la toma de decisiones. Que Chile haya podido elegir una primera Presidenta de la República es, sin duda, un triunfo también de la larga lucha por abrir espacios a las mujeres en la sociedad. Sin embargo, hasta ahora ello no deja de ser una excepción, aún cuando es posible que pronto tengamos más Presidentas mujeres en América".
La Jefa de Estado manifestó que se aspira a "que la excepción sea reemplazada por la normalidad, que significa una distribución equilibrada de responsabilidades entre todas las personas, hombres y mujeres que representan el conjunto de la ciudadanía".
Para esto se requiere de "iniciativas que corrijan esta falencia estructural de nuestras democracias. Nosotros queremos transitar en el mismo sentido de justicia y profundización de la democracia que lo han hecho los 11 países latinoamericanos que cuentan con ley de cuotas y por ello, en los próximos días enviaré al Congreso chileno la primera ley en nuestra historia que promueve derechamente la participación femenina en la política. Con ello queremos que la política sea un reflejo más cercano de la vida real; que dé cuenta del cambio histórico que ha significado la masiva incorporación de las mujeres al trabajo y a la educación superior", manifestó.
Como tercer punto, está la búsqueda de "políticas que permitan la conciliación del trabajo y la vida familiar, lo que es responsabilidad no sólo de las mujeres, responsabilidad de toda la sociedad. Implica promover cambios profundos, tanto en el ámbito familiar como en la actual lógica del mercado, que valore el trabajo de cada cual, fomente las responsabilidades compartidas, facilite las decisiones conjuntas de la familia para asumir las tareas".
En ese sentido, subrayó que "en Chile estamos impulsando una reforma previsional para mejorar el conjunto de este sistema, pero que, entre otras cosas, queremos hacernos cargo de la desigualdad que las mujeres han tenido en nuestro país en torno al tema de las pensiones".
Además, relevó que se protegerá la maternidad y "no la estigmatizaremos como una carga". Para eso se está "creando un subsidio que paga un año de cotizaciones previsionales por cada hijo nacido, de manera de no castigar a la mujer en su seguridad social por el hecho de tener que abandonar la fuerza laboral para cuidar los hijos pequeños o, a su vez, por el hecho de que muchas veces las mujeres tuvieron una doble carga: trabajaron y tuvieron que criar, al mismo tiempo a sus hijos".
En la misma línea, destacó que "la creación de salas cuna y jardines infantiles ha sido piedra angular del sistema de protección social que estamos construyendo en Chile. Permítanme una sola cifra: en Chile hay hoy dos mil salas cunas públicas, a disposición de las madres trabajadoras o estudiantes. Pues bien: le tomó a Chile casi 30 años construir las primeras mil salas cuna y le tomó sólo 18 meses, los meses de mi gobierno, construir las segundas mil salas cuna".
Ante esto, la Bachelet aseguró que "uno se puede preguntar si una mujer en la política hace o no hace diferencia en términos del tipo de agenda que también visibiliza, incorpora y le da prioridad y para avanzar en todo ello, requerimos de la participación activa del Estado, también del mercado del trabajo; de las comunidades organizadas, y en el ámbito microsocial, de todos los miembros de cada familia".
Finalmente, hizo una invitación a "construir sociedades más inclusivas significa también asumir un proceso de cambio, de dispersión del poder, de inclusión de nuevos sectores al circuito de toma de decisiones. Requerimos profundizar nuestra democracia, para incluir y ciudadanizar a quienes hoy están al margen y para ello, hoy las mujeres tenemos la palabra".
CONCLUSIONES
(Servicio Nacional de la Mujer, 12 de octubre) Las Ministras y jefas de delegación reunidas en la I Conferencia Iberoamericana de Género: Género y Cohesión social, en Santiago de Chile, los días 11 y 12 de octubre de 2007, dieron a conocer los diversos acuerdos tomados en relación a las temáticas de género, paridad, igualdad y cohesión social.
Las propuestas se basan en las decisiones finales adoptadas en las distintas Conferencias Regionales sobre la Mujer de América Latina y del Caribe de la CEPAL, plasmadas en el Consenso de México, aprobado en junio del 2004 y el Consenso de Quito, aprobado en agosto del 2007.
Entre las propuestas más generales destacan: el fortalecimiento de los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres; estrechar la colaboración entre éstos y los organismos regionales e internacionales, para adoptar medidas que aseguren el pleno desarrollo y avance de las mujeres .Asimismo, garantizar el respeto de los derechos humanos de las mujeres en toda su dimensión.
Respecto a la perspectiva de género, señalan que debe ser incorporada al concepto de cohesión social, y que esto implica tener en cuenta la activa y creciente participación de las mujeres en la vida económica, social, cultural y política de los países. También incluye la necesaria participación de los hombres en las responsabilidades al interior de las familias y la correspondiente conciliación entre la familia y el trabajo remunerado.
Proposiciones específicas
Las representantes de los distintos países de Iberoamérica realizaron una serie de propuestas más específicas, entre las más importantes destacan:
- Promover la ratificación de todos los acuerdos internacionales que garantizan la eliminación de la discriminación de las mujeres y especialmente el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de Naciones Unidas del año 1979.
- Ratificar en todos su términos el Consenso de México y el Consenso de Quito para dar cumplimiento a los compromisos asumidos por los países en la IX y X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL, que apuntan a superar las inequidades de género y discriminaciones que afectan a las mujeres.
- Implementar políticas públicas multisectoriales orientadas hacia la cohesión social que incorporen la perspectiva de género y que fortalezcan los sistemas de protección social, el bienestar de las mujeres en las distintas etapas del ciclo de vida y el reconocimiento de su aporte al desarrollo de los países.
- Solicitar que la Conferencia Iberoamericana de Género quede institucionalizada anualmente como reunión previa a las futuras Cumbres Iberoamericanas de Jefes/as de Estado y Gobierno para asegurar la incorporación de la perspectiva de género en los temas que se abordarán en las cumbres.
- Incorporar en las agendas nacionales el tema de la revalorización del trabajo remunerado y no remunerado que realizan las mujeres, incluyendo la economía del cuidado, así como la medición del uso del tiempo, a efectos de que se formulen políticas públicas que aseguren una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres, y una conciliación entre la vida familiar y laboral.
- Fomentar políticas activas de empleo en el marco de un sistema de protección social que garantice la no discriminación entre mujeres y hombres al momento de acceder, mantenerse y retirarse del mercado laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario