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SEXO DESOLADO

(Suigeneris, Mirando las musarañas, 9 de noviembre) Ayer se me ocurrió ir a perder el tiempo al Festival de Cine GaiLesbico de Madrid. Cuando fui no sabía que iba a perder el tiempo, claro.

Resulta que las pelis que me interesaban las he visto por otro lado, en casa, en el sofá, con la mantita a cuadros por encima, tan ricamente. Y, como casi siempre, he acabado diciendo: menos mal que no he pagado entrada. Entretenidas no más.

Pero anoche necesitaba que me diera el aire. Así que me hice 35km hasta la capital para ir a un bar de Chueca donde proyectaban, en una salita de audiovisuales que tienen, una peliculita que se anunciaba como… caliente.

Todo el bar lleno de bollos a la espera de ver algo interesante en un lugar donde no cabíamos ni cuatro gatas. Luego me di cuenta de por qué se proyectaba en semejante sitio (para ser un festival de cine) y de gratis.

One night stand (Por una noche o rollo de una noche): siete historias eróticas cortas, variadas, fantasías… Decía el programa.

Y yo digo: ja, cutreporno nada erótico, casposo y nada novedoso. Un espanto, para mi gusto, lo siento. Feo, feo, feo… de cojones, nunca mejor dicho. Erotismo cero.

Doy un premio si alguna de las presentes se sintió estimulada viendo esas escenas grabadas en video en habitaciones sucias, y encima contemplando aquello colectivamente.

Unas cuantas nos levantamos a media peli y nos fuimos. Yo me tragué hasta casi una hora del invento (incluído largo rato de publicidades varias) para darle alguna oportunidad. En vista de que aquello no me decía nada y no mejoraba, me levanté y me fui.

Para no sentir que había perdido el tiempo y el dinero (entre parking y cerveza vino a ser casi el doble de la entrada de cine que no pagué), me di una vuelta con el coche por todo Madrid en la noche, con la música de Morricone de “Once upon a time in the West” una vez tras otra, por Recoletos, Gran Vía, Atocha, Paseo del Prado… disfrutando de las luces de la noche.

Eso sí valió la pena.

Y a todo esto, este post lo enlazo con uno a medio hacer que tenía guardado hace semanas y que esperaba, quizá, este momento. Ahí va:

***

"Cuando el fuego se apaga, cuando el amante de un rato volvió a su pequeño planera desolado, similar al nuestro, ambos nos hacemos la misma pregunta: ¿Cuál era su nombre?... si es que me lo dijo en algún momento."

Hoy me topé con estas dos palabras en referencia al sexo: Planeta desolado. Un chaval de AmbienteG hablaba acerca de la promiscuidad homosexual. No sé, no va conmigo ese tipo de relaciones, lo cual no quiere decir que las juzgue. Cada cual que haga lo que quiera.

Me parece triste el sexo así. Como que en vez de dejarte lleno, te acaba dejando vacío.

Por otro lado, recuerdo ahora que hace años hablé en mi viejo blog de lo sobrevalorado que está el sexo.

A mí me encanta el sexo, pero el sexo que me construye, me llena, me divierte más de un rato, me une, me ilumina, me desata de mí, me lleva hacia ti, que eres alguien concreto, no cualquiera, y más y más… Comunicación. Conocimiento.

***

Pensareis que pienso demasiado. Tal vez… Pero después de ver la peli esa del festival me doy cuenta de lo que me gusta de diferente en el sexo entre mujeres, como yo lo concibo. Y al ver esas escenas no vi nada distinto del sexo corriente y moliente, vacío y casposo.

Me gusta mirar a los ojos y sentir.

Y, sobre todo, me gusta ir al cine a que me cuenten historias.